Enamórate de alguien que te trate mal

Todos esos textos que has leído de “quédate con quien te vea como si no existiera nadie más” o “enamórate de quien sepa tu color favorito” o “cásate con quien te consienta”, IGNÓRALOS.
Enamórate de alguien que te trate como lo peor que existe. Enamórate de alguien que no tenga detalles contigo, que no te de flores.

Enamórate del que te haga sentir insegura.

ES EN SERIO.

Búscate al peor, haz una lista de todas las cosas que tus padres no quieren en una pareja para ti, encuéntralo y ahí quédate. O mejor aún, busca a ese que no quisieras que salga con tu hija o tu hermana.

Busca a alguien que jamás te de tu lugar, ese que tus amigos detesten y se pregunten qué carajo haces con él.

Búscate a ese que jamás haga un esfuerzo para verte, que siempre ponga excusas y no te mande mensajes de buenos días.

Busca a ese que te haga dudar si te quiere, a alguien que te deje en visto o que esté en línea y no sea contigo.

Búscate a alguien que no te tome en serio, que te esconda y no te de la mano.

Busca a alguien que te mienta, que coquetee con otras mujeres estando contigo, que te haga sentir fea.

Busca a alguien que te abandone, que no esté para ti cuando más lo necesites y que te haga de menos.

Busca a alguien que no te ponga atención, que no sepa nada de ti, de tus gustos y que no le interesen tus sueños, miedos y ambiciones.

Búscate a alguien que no se lleve bien con tu familia, que tus padres no soporten y que te decepcione todo el tiempo sin disculparse.

Búscate a alguien que te trate terrible, que sea una pesadilla.

Busca a alguien que se enoje por cualquier cosa, te haga sentir mal y te haga pedir disculpas todo el tiempo.

Y cuando lo encuentres, enamórate. Vete de boca, vuélvete loca.

Encuentra excusas todos los días para justificar su comportamiento y quiébrate la cabeza queriendo entender por qué solo tú lo aceptas como es.

Convéncete todos los días que un día cambiará. Es más, tú lo vas a cambiar. Un día se dará cuenta que eres el amor de su vida y será el príncipe que siempre soñaste. Créelo. Piensa que algún día te agradecerá por quedarte, amándolo a pesar de sus errores.

Pregúntate por qué nadie puede ver lo que tú ves en él.

Defiéndelo ante tu familia y amigos, hazle ver que es perfecto para ti y que no importa lo que haga, tú siempre estarás ahí para él.

Deja que te grite, que te manipule y te haga creer que estás loca.

Permítele que te posponga, que seas la última prioridad en su vida y que cuando tenga tiempo te atienda.

Dedícale cada segundo de tu existencia, haz a un lado a tus amigos por estar con él.

Llámalo y no digas nada si no te responde, pero siéntete mal y desconfía.

Y luego, deja que te destruya. Deja que te rompa el corazón como nadie nunca ha roto un corazón.

Siéntelo en la fibra más profunda de tu ser, siéntelo hasta en tu respiración.

No duermas, llora y deprímete. Deja que tu corazón esté devastado y llena tu cabeza de dudas y pregúntate qué fue lo que hiciste mal para que no funcionara, ¿por qué no quiso quedarse?, ¿por qué no fuiste suficiente?

Llénate de culpa, convéncete que pudiste hacerlo todo distinto, que de no haber actuado como lo hiciste, quizá él aún estuviera a tu lado.

Deja que calen todas las palabras y frases hirientes que te dijo en medio de las peleas, cuando dijo que todo estaba en tu cabeza y te dejaba hablando sola.

Descubre que te cambió por otra, que te engañaba. Que no estabas loca.

Rómpete en mil pedazos.

Y después de eso, júntalos todos y recógelos. Levanta lo que aún queda de ti. Porque créeme, aún queda mucho después de esto.

Ponte de pie, y continúa.

Habrá días buenos y días en los que ya no quieras vivir. Y es normal.

Pero un día te cansarás. De llorar, de recordar, de sentir. Te cansarás de que te duela. Y con todos los recuerdos que, según tú, son más buenos que malos, tomarás una decisión.

Decidirás amarte, decidirás seguir adelante y sacarte del pantano en el que te dejaste caer y poco a poco dejará de doler.

Hasta que no duela en lo absoluto. Los recuerdos seguirán ahí, pero los verás diferente.

Enamórate de alguien que no te valore, que en realidad no te quiera, que te trate mal.

Porque cuando te enamoras de alguien que te trata mal, te das cuenta cómo quieres ser tratada en realidad. Aprendes que eres una persona valiosa, aprendes qué cosas no estás dispuesta a soportar en una relación.

Cuando te enamoras de alguien así, identificas la manipulación y la frenas. Te conviertes en una mujer más fuerte, más consciente.

Aprendes a amarte y sabes perfectamente lo que quieres y lo que no. Y mejor aún, lo que mereces.

Enamórate de alguien que te trate mal, porque cuando te desenamoras, ya no eres la misma. Y no volverás a serlo nunca.

Enamórate del peor, porque te convertirá en alguien mejor.

Y cuando dejes todo atrás, no volverás a permitir que nadie te trate de esa forma, nunca más.

scripture (1)

 

Un comentario Agrega el tuyo

  1. vertigo2040 dice:

    Bueno al principio sera el señor risitas y luego el señor escondido… pero yo aconsejo mejor tratar de ser uno solo, no intentar que el otro cambie, sino que tomando sus fortalezas y debilidades formen uno solo, aceptando que la falla del otro no es mas que otra cosa que fortalecer.

    Todo empieza con la ilusión, luego la costumbre y por ultimo el amor.

Deja un comentario